Apertura: Fofo y Rubén, el 18 de septiembre de 2016.
Nombre: Segunda Parte.
Variante al segundo largo de la vía Arteriosclerosis. Desde la reunión uno de Arteriosclerosis, volcar a la izquierda del espolón, por una pequeña rampa tumbada, y continuar la fisura evidente hasta salir por el último resalte de la “Gioconda”.
Variante al segundo largo de la vía Arteriosclerosis. Desde la reunión uno de Arteriosclerosis, volcar a la izquierda del espolón, por una pequeña rampa tumbada, y continuar la fisura evidente hasta salir por el último resalte de la “Gioconda”.
Fisura desplomada de buenas protecciones, en artificial resulta sencillo aunque algo físico. Buena vía en libre con secuencias mantenidas y muy
aéreas. Uno de los mejores largos de fisura de Jaén sin duda.
Dificultad: vía difícil (no extrema), aunque muy segura y en
todo caso estupenda para combinar en libre-artifo. Para mí, que es más dura que
otras como la Lobo o la Bandar-log o será así como la Marionetas por decir
algo. Exposición: E2.
Material échale friends: tres juegos del 0.5 al 2, dos del
3, uno del 4, juego de fisureros. Unos 18-20 seguros. Si te quieres llevar
alguno más del 1 o el 2 , también entran. Guantes de fisura recomendables. Polvos
de magnesio.
Equipamiento: limpia. Tiene un parabolt común a la
Arteriosclerosis como primer seguro del largo, junto a la reunión. Está bien
para el tema factor 2. La reunión equipada (dos paraboles) del primer largo de
Arteriosclerosis, aunque está en el lugar original de la vía, está mal ubicada.
Es mejor bajar al nicho inferior, donde podemos montar una con tres grandes
puentes de roca en el interior del nicho. Esto nos permitirá hacer “Segunda
parte”, y también Empalmar los largos 2 y 3 de Arteriosclerosis, quedando un
largo excelente. Hemos dejado la R montada con un cordino súper largo a fecha
de la apertura. En la cumbre tiene una chapa.
Observaciones: brutal de buena. Échale estrellas. Escalada de las de darle
ritmo y subir con decisión, protege y tira, protege y tira… No acojonarse por
el desplome, eso te merma mucho, importante también acertar con las
protecciones, porque si metes uno y no te gusta y metes otro encima y luego
sacas el primero y lo sustituyes por el tamaño bueno y luego el de arriba te ha
quedado muy cerca y ya lo estás desperdiciando y lo quitas y todo eso, has
hecho cuatro movimientos en un paso, y el desplome ahí que se nota y más con el
peso. Pero vamos que fuerte hay que estar, más o menos como el Fofo ahí va bien. Si vas flojo tira recto mejor por la otra. Fundamental
controlar el tema del Principio Reptil. O sea, en lo más interno de nuestro
cerebro está la parte del reptil, lo que nos queda de cuando éramos reptiles, o
el sistema reptil o algo parecido, parece que es como la parte más pequeña e
interna de nuestro seso, que escupe y se arrastra, es agresiva. Se trata de que ante el
miedo, este resorte actúa. Primero bloquea el sistema racional, en la corteza
frontal, de manera que ya no puedes pensar, o sea controlar la situación, y
como el sistema viene de la era de los reptiles o de cuando nosotros éramos
reptiles, y más con el no pensar, sólo encuentra dos salidas: huir y/o volar.
Para mí, en vías como esta, y en el común de la escalada, es esto: que
funcione el sistema reptil. Como un lagarto. De hecho es posible que por eso
escalemos. ¿Por qué escalar montañas? “Porque están ahí”: eso es el sistema
reptil. La escalada contiene al reptil, lo lleva a su terreno de juego para que no te la juegue después en otros sitios. La roca ya estaba ahí desde que éramos
reptiles, y como más o menos aún lo somos, seguimos trepando, ya estḠdejarlo
actuar. Pero lo interesante, lo bueno es aprovecharlo, ordenar las acciones
huir/volar, hacer con ellas una jerarquía: primero huir y luego volar, siempre
así, pero tienen que tener un equilibrio porque cuando estás huyendo estás
volando también, porque casi te caes. Cuando estás volando no estás huyendo
aunque estás perdiendo el miedo a volar otra vez si el vuelo es bueno. Estas son las dos maneras de las que vas a
poder salir de la tensión del momento; de humano a reptil. Involucionar, un paso atrás. Primero huir, que al
final es lo que estás deseando, tienes el impulso de tirar a saco y el miedo no
te deja. Sigue el impulso reptil, te metes en el berenjenal. Normalmente sales
sin caerte. Pero tener en cuenta la otra parte, o sea, actuar por impulso, pero
sabiendo que el vuelo es posible, que también te libera si no. Son las dos
cosas a la vez, es un poco lío la verdad. Y así es más o menos esta vía. Luego
un buen fisurero antes del follón también ayuda, jajajaja.
Lo de
“Segunda Parte” o “Segundas Partes”, como se quiera leer, llega de que en el
Mingo suelen ser las mejores fisuras y tal, estas de arriba, y de que la vía es
en sí una segunda parte al salir de una reunión anterior, que una reunión siempre al final es un punto
muerto, una segunda parte y oportunidad después de un largo un poco roto y tal
y quebradizo y un después de muchos años escalando, un nuevo poso. Ahí va,
segunda parte.
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